Cuando comenzamos un proyecto, o pensamos en un nuevo producto, tenemos una idea más o menos clara de cómo serÃa una versión ideal del mismo. Cada una de las metas que deberÃamos lograr, cada caracterÃstica innovadora.
En Venturado, siempre repetimos “vamos a caminar antes de lanzar cohetes“, para transmitirles a los clientes que primero debemos poner la casa en orden y luego implementaremos todas las funcionalidades avanzadas que ellos desean.
Lograr múltiples metas dispares, o crear un producto maravilloso desde cero requiere muchÃsimo trabajo y la verdad es que si somos muy ambiciosos, corremos el riesgo de perdernos tratando de alcanzar la perfección.
En el caso de desarrollo de software, el factor de tiempo es aún más crÃtico. Con tanta gente desarrollando software en el mundo, podemos perder la ventaja competitiva de la noche a la mañana. Duke Nukem Forever es quizás el caso más famoso: un videojuego que pasó 14 años en desarrollo y finalmente cuando salió a la venta, fue recibido con reseñas humillantes.
Hay que seguir los pasos de las empresas más exitosas de la web 2.0: google y facebook. Adoptar la filosofÃa del beta permanente y lanzar el producto como sea, apenas esté listo.
Con esto no quiero hacer una apologÃa a la mediocridad. Lo que quiero decir es que debemos plantearnos metas medibles a corto plazo y saber cuándo tu producto o tu proyecto está lo suficientemente bien como para ser mostrado.
Aaron Quinn nos da tres razones para adoptar esta mentalidad:
- Comienzas a hacer dinero antes
- Obtienes feedback de tus usuarios
- Creas un producto flexible
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